En 1994 en nuestro país había más de 10 millones de españoles con restricciones diarias de agua. Esta situación traumática no provocó el giro debido en la política del agua. Las leyes y decretos que se adoptaron estaban destinados en su inmensa mayoría a aumentar la oferta del agua. Se desaprovechó la oportunidad para senta r las bases de una cultura del agua basada en la gestión de la demanda. Hasta anteayer