Alrededor de los cuarenta años, empiezan a disminuir nuestras capacidades físicas, el rendimiento intelectual y sexual, el buen humor y las expectativas vitales. A todo ello hay que ponerle coto de manera firme y decidida, suministrando al organismo una decena de sustancias esenciales y sin indeseables efectos secundarios, que contribuirán decisivamente a incrementar la potencia vital, y a recuperar la ilusi