En la vida del hombre hay dos imñganes esenciales que nunca poseera: la de su origen, la del instante que fue engendrado y la de su final. Nunca asistiremos a nuestra muerte. Quignard muestra que la imagen ve lo que falta, pero tambien, con su potencia literaria, que la palabra nombra lo que fue.
"Excelente libro, toda la obra del autor "