La invención del mundo es, sobre todo, un inmenso placer narrativo, hecho de docenas de historias y personajes que se entrecruzan. Una novela cargada de humor, amor, aventuras, intriga, escrita además en una lengua de gran riqueza e inventiva. La trama de La invención del mundo es, como el mundo en que vivimos, imposble de resumir. ¿Cómo contar el mundo, el mundo entero? ¿Cómo hacer que la infinidad de sucesos vividos en todos los rincones del planeta lleguen hasta nosotros, pero además “contando” una historia, transformados de tal manera que tengan sentido más allá de sí mismos y lo que los originó? Responder a estos interrogantes y crear una obra narrativa con las respuestas es lo que ha hecho su autor, el novelista francés Olivier Rolin. Para ello, ha escogido un día, el del equinoccio de primavera de 1989, y recogido los ecos del planeta, tal como quedaron plasmados en más de quinientos diarios escritos en treinta y una lenguas. Dice el autor: «He querido describir un día de la Tierra: su prodigiosa diversidad, la unidad gracias a la cual constituye un mundo, su extravagancia y su trivialidad incesantes».