Observando unos pájaros con prismáticos para un trabajo del colegio, Guillermo descubre tras una ventana a una niña que llora. Su nombre es Elisa y va en silla de ruedas. Elisa le pide que busque a su abuelo, que se ha escapado del centro en el que estaba. Guillermo empieza a investigar no solo el lugar donde puede estar el abuelo, sino también el tesoro que dejó a su nieta y que parece estar relacionado con una colección de libros muy valiosa.