Una casualidad inicia esta novela: dos tazas de té entrechocan sobre la mesa de un compartimento de treN provocando el contacto entre dos desconocidos que han emprendido un largo viaje, poniendo al protagonista sobre la pista de una misteriosa montaña. Desde las primeras páginas, y con la misma facilidad con la que se recon oce un rostro en una fotografía, Xingjian hace un retrato amplio y profundo de China,
"Un libro para pensar y conocer mas de la china y su espiritualidad.rnNo es un libro para tragarselo hay que degustarlo"