Sócrates camina por las calles de Atenas, interpelando a aquellos que se cruzan en su camino? ¡Conócete a ti mismo! No te preocupes por las riquezas. ¡Busca la verdad y conviértete en filósofo! Nada de eso les gusta a los atenienses. En juicio, Sócrates es obligado a beber la cicuta. ¿Intentará Sócrates huir? ¿Debe un filósofo temerle a la muerte?