Rafael Serrano Ruiz desanda el camino, habita las huellas. Déjame en mi velar / manteniendo mi entereza…/aún hay mucho caminar. Como en un vitraux sonoro y colorido se descubren y entrelazan los recuerdos queridos o perdidos, el canto amoroso, los amigos entrañables, las mujeres esquivas. Hilos de vida nos unen/ sin quererlo ni pensarlo…/sin saberlo…ni buscarlo… Entre los versos rumorean fragmentos de los días cobijados por aquella juventud desprevenida. Rafael desata los desvelos del miedo y la incertidumbre que fatiga. Las respuestas amanecen: Renacer de brotes verdes…/de nuevo, se pregunta /si el sendero es el correcto, /si te encontrará en la espera… La trama de sensaciones descubre al autor con rasgos asumidos de madurez, rasgos fundamentales, sugerentes, profundamente humanos. Todo libro es una bienvenida a comprender misterios, a caminar sombras y liberar palabras que convocan un viaje necesario entre la risa y el llanto. Y así, en el tiempo y el espacio intuí la felicidad… acto de esperanza y fe sabiéndome hechizado por la mujer de la taza de café. Diana Bravi Torras