La partida que se juega en estas páginas indaga en zonas peligrosas, nos sumerge en un mundo horrido y sórdido, y no por eso deja de ser artísticamente bello. La novela completa es una transgresión de mitos y mitologías. Los personajes son casi caricaturescos; así leemos las deliciosas biografías de los agentes de seguridad, nos enredemos en los avatares de un club deportivo y nos dejamos llevar por una partida de ajedrez que va tejiendo y destejiendo la trama de esta novela. La partida es una novela de retazos, del mismo modo que nuestra cultura y nuestra sociedad no son un todo coherente y límpido. Por eso esta novela nos propone una realidad que es farsa; risa plebeya y sublime; erótica y cruel; triste y llena de vida; estética y antiestética; historia y ficción…
"Muy buen libro, siento que muestra muy bien la forma de pensar que tienen muchas personas aun en chile."