El autor relata cómo, bajo los lineamientos del régimen socialista, la administración de un país tan pobre como Tanzania ha utilizado la capacidad de autogestión de las comunidades y mediante campañas educativas ha ganado terreno en la carrera prevención-curación de enfermedades y cómo ha logrado una evolución de la política sanitaria que puede ser aplicable a muchos países en las mismas condiciones.