En este libro, que consta de tres capítulos, se analizan diversos aspectos de la protección del patrimonio de los pueblos originarios. En el primero de ellos se estudia uno de los temas que ha sido objeto de bastantes controversias: la tenencia de la tierra. No debemos olvidar que uno de los grandes reclamos de la Revolución Mexicana —concretamente del General Emiliano Zapata— fue “Tierra y Libertad”. Tampoco debemos perder de vista que las tierras de la huasteca son de una enorme riqueza para la agricultura. En ese capítulo se analiza un caso de restitución de tierras a los pobladores originarios en la comunidad de La Palma, municipio de Tamasopo, en la huasteca potosina. En el segundo capítulo, se analizan las posibles alternativas de protección a otra de las riquezas de nuestra tierra: los conocimientos etnobotánicos medicinales y agrícolas. En la sociedad del conocimiento en la que vivimos tienen una especial relevancia porque son fuente de desarrollos científicos de vanguardia. Para ello, se proponen dos alternativas, una por el sistema de protección de propiedad intelectual de corte occidental; y otra, mediante sistemas sui géneris que se adaptan a las características de esos conocimientos y de los pueblos que los detentan. En el tercer capítulo se analiza la estructura y las facultades del nuevo Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, que es una institución encargada de ejecutar la nueva política en materia de pueblos originarios del actual gobierno federal. En concreto se estudian las facultades sobre tenencia de la tierra; sobre protección de conocimientos tradicionales; y, sobre autogobierno y autodeterminación de las comunidades.