En persa, a la mente se le llama espejo. Todo lo que está en frente del espejo aparece en él; pero cuando se retira, el espejo queda claro. El objeto no permanece. Permanece en el espejo tanto como el espejo esté enfocado en él, y así mismo es con la mente. El hombre no es su cuerpo, sino su mente. Exite un dicho que dice que lo que eres habla más fuerte que lo que dices. La gente dice con frecuencia que no tiene tiempo de mostrar la cualidad de su corazón; no tienen tiempo de permitir que su corazón se desarrolle; están muy ocupados. Pero podemos estar ocupados todo minuto, desde la mañana a la noche y al mismo tiempo hacer lo que hacemos con todo nuestro corazón. Por eso es que cada momento del día deberíamos tener concentración. ¿Cómo podemos hacer esto si tenemos un negocio, industria, profesión, y mil cosas que hacer en la vida diaria? La respuesta es que debemos convertir todas las cosas que hacemos en una oración.