Este libro propone una teoría original de la representación política, basada en el concepto de reivindicación representativa. Los grandes cambios de la política contemporánea, desde la desafección respecto de los representantes tradicionales hasta la emergencia de representantes no electos, los movimientos sociales transnacionales, las disputas de los medios de comunicación por representar a la ciudadanía o los reclamos de las minorías por una mejor representación, sólo pueden comprenderse concibiendo a la representación como un proceso dinámico de producción de reivindicaciones, y no como un hecho estático de la política electoral. Este volumen busca superar la “perspectiva de la presencia” sobre la representación, adoptando en cambio la que llama “perspectiva del acontecimiento”. La representación es repensada así como una reivindicación, instituyente y contingente, en la medida en que crea sujetos y siempre puede ser cuestionada o reinterpretada por sus destinatarios.