Para los que echáis de menos títulos de terror realmente adulto. Para los que sabéis que la magia se construye con rituales de sangre y no con varitas mágicas. Para todos vosotros: bienvenidos a la Ciudad. Imagina un lugar donde todo está permitido. TODO. Vuelve a imaginártelo. Y ahora imagina lo que serías capaz de hacer para entrar en él. O para salir.