Este volumen es el resultado de los cursos que el merecedor del Nobel impartió en universidades de Estados Unidos sobre el movimiento indigenista a partir de la biografía de José María Arguedas. Ante la tarea indigenista de mostrar el desarraigo de los pueblos peruanos, Vargas Llosa mantiene una postura escéptica; la contraposición que estructura la narrativa de Arguedas en Perú autóctono y Perú occidentalizado se reelabora en una nueva dicotomía: la nación “primera” y autóctona desaparece.
"Una crítica demasiado "Patricia" para hablar de la realidad Andina, un urbanita que no ha experimentado el Perú más allá del quehacer limeño. Sigue siendo interesante, pero que el autor quiera traslapar su visión del mundo sobre la de Arguedas, deja mucho que desear."