Una casa perdida en la llanura veracruzana, habitada por sicarios y traficantes de cocaína, marihuana y gasolina. Son ex soldados de las fuerzas especiales mexicanas. Este es el nuevo campo de batalla en que las utopías de antaño habrán de batirse contra el cinismo desgarrado del presente. Allí, junto a su amigo Julien, un documentalista, Diego espera la llegada de los capos, quienes les darán luz verde para realizar un filme sobre el cartel más cruento de México. Diego es chileno y, como los