Mientras España lucha dividida en dos bandos en la guerra carlista, en Segovia un policía persigue al autor de una serie de muertes cada vez más macabras. En las heladas de marzo nos sumergimos en una investigación compleja, en la que el protagonista debe dilucidar si está ante una conspiración política, una motivación personal o si incluso todo estaba escrito en una profecía centenaria. Todo ello con la guerra llamando a las puertas de la ciudad. Cruce de policiaca e histórica, la novela es un fiel retrato de la España del siglo XIX.