De los grandes descubrimientos geográficos de la humanidad, el conocimiento de la ubicación exacta de las fuentes de donde mana el misterioso Nilo, uno de los ríos más largos y caudalosos de la Tierra, ha excitado desde muy antiguo la curiosidad e imaginación de hombres de ciencia, viajeros y geógrafos. En 1857, dos temerarios aventureros, militares geógrafos británicos, el capitán Richard Francis Burton y su asistente, el capitán Speke, obtuvieron licencia y recursos económicos de la omnipotente Real Sociedad Geográfica de Londres para emprender su acariciada aventura.La presente obra es un extracto de los numerosos diarios del capitán Burton sobre aquel viaje, y en ella nos describe, desde el punto de vista siempre sorprendido y curioso del viajero, las peripecias, las dificultades (fiebres, ataques indígenas, desiertos inagotables...), los delirantes paisajes de las selvas vírgenes, así como los ritos y costumbres de los pueblos africanos que iban encontrando en el largo y tortuoso itinerario de aquel viaje fabuloso en busca de las fuentes del Nilo.
"El libro es muy interesante ya que muestra la visión de un Inglés de la época de la expansión de su Imperio en 1857. Por este motivo está lleno de comentarios que hoy resultarían injuriosos e impublicables como cuando se refiere a una tribu diciendo "estas gentes constituyen una raza despreciable que no se ocupa de otra cosa que no sea comer, beber y fumar". Si se asume este sesgo el libro resulta en una lectura apasionante de todos los detalles del viaje por el África misteriosa y deslumbrante de mediados del sigo 19."