La cueva de las Yurdinas II (Peñacerrada/Urizaharra) fue utilizada como lugar de enterramiento por un grupo humano durante el Calcolítico entre los años 4390 y 4290 BP. De su interior se recuperaron restos pertenecientes a noventa y cinco individuos de ambos sexos y de todas las edades. Junto a ellos se recogieron puntas de flecha de pedúnculo y aletas, ojivas foliáceas, laminas retocadas y sin retocar y fragmentos de tres recipientes cerámicos. Es por tanto contemporáneo de otros lugares de carácter funerario como San Juan ante Portam Latinam, Los Husos I, Peña Larga , dolmen de Los Llanos, etc. El estudio de las Yurdinas II supone un hito más en el intento de hacer historia de las poblaciones del Holoceno en el territorio vasco. En la pared exterior del abrigo hay dos figuras pintadas en rojo representando una cabeza de bóvido y una silueta de mujer que, en principio, deben relacionarse con los enterramientos.