Así hemos amado a Paco Izquierdo..., alma serena de esta Granada fingida que se sobrepone a sí misma atestada de afrancesados, jodidos fanfarrones o judas en Aznalfarache; guía secreta de la Granada nostra, dignificada en la sabiduría de un apócrifo de la Alta Alpujarra, a flor de piel y pellizco del campo raso, tejedora de liantes y cachidiablos, ocultadora de la edad del patio, hacedora de cotillas del rum