La muerte de una vieja amiga lleva a Saúl Santonos de regreso a Lavapiés, el barrio que lo vio nacer y crecer. El viaje supone una introspección personal de la que surgen recuerdos enterrados en lo más profundo de su memoria, vivencias que forjaron su personalidad y que marcaron, irremediablemente, su destino. Una infancia truncada por la desgracia lo alejó durante muchos años de los lugares, los aromas, los sonidos y los pasajes de su niñez. Se prometió a sí mismo que jamás regresaría, pero las circunstancias de un Saúl adulto le obligan a volver, a retirar la costra de la herida y a observar con serenidad su pasado. Las reflexiones de Saúl van desgranando las vidas de otros personajes, historias que se entrecruzan de la mano de un niño que se convierte abruptamente en adulto. A veces, el olvido se convierte en un poderoso instrumento de supervivencia. Para nuestro protagonista será la raíz de la cual brotará una historia de superación personal. La obstinación de los distintos personajes aparece como hilo conductor de esta serena novela sobre el amor y la amistad.