El mito es considerado por los que lo vivencian como una narración verdadera, a diferencia del cuento, tenido siempre como una ficción. La leyenda se ubica entre ambos, pues si bien se advierte en ella un principio de verdad, la duda está permitida. Puede ser un fragmento de un relato mítico más complejo que se ha disgregado como tal, y también lo opuesto, es decir, un cuento que se lanza a la conquista de la zona sagrada del mito. La leyenda, al igual que el mito, propone arquetipos y busca respuestas a los grandes interrogantes, como explicar el origen de los astros y accidentes geográficos, de los seres sobrenaturales, los animales y las plantas, por lo que participa activamente en el proceso de significación del mundo por medio de la palabra.La narración de las leyendas de nuestro país estuvo casi siempre en manos de escritores cultos, que las recogieron de la oralidad y adobaron con recursos estilísticos propios. La presente antología toma sólo versiones populares, y aquí radica s