La crianza es un interjuego emocional ambivalente entre padres y niños en desarrollo. Desde hace décadas, estamos asistiendo a un cambio en el estilo de crianza que se traduce en una disminución del tiempo compartido, tanto por una mayor exigencia laboral de los padres como por la agenda completa de los niños. La sociedad consumista nos exige cada vez más, y así nos aleja de nuestros hijos desde etapas muy tempranas. Esto lleva a un tipo de funcionamiento familiar en el que, sin darnos cuenta,