En la jungla de los animales tienen un gran problema: no saben para nada coser y se han hecho un lío tremendo con tantos cordones de colores —Quién tuviese manos y dedos finitos como los niños pequeños! —dicen lamentándose. Pasa el cordón de agujero en agujero y verás qué contentos se ponen con su embrollo de cordones bien puestos.