Francesca tiene una gran carrera por delante en el periódico de su tío. Ve truncado su sueño tras una desilusión amorosa. Decide abandonar Córdoba para trabajar en Ginebra, la primera parada de un largo viaje, que la llevará hasta Arabia Saudí. Allí, vivirá una gran pasión. Sin saberlo, terminará por convertirse en el peón de un juego a muerte.