Los caminos de la soledad son inescrutables. Nos conducen a lugares y espacios inimaginables. En ellos descubrimos verdades alegres o inmersas en la tristeza, pero, en el fondo, valiosas y eternas. En esta obra, Ángel Escobar nos acerca a la intimidad de los viajeros, a sus restos y sueños conduciéndonos, con habilidad y frescura, al interior de las vidas de los personajes que ha construido. Personajes llenos de vida y sinceridad literaria. Una conclusión luminosa nos deja la lectura de esta obra: nada detiene al viajero, para el caminante los sueños son su guía...