Es importante pues tener la historia bíblica completa para poner el pasaje bíblico en su contexto y no tener un sentido equivocado de lo que el autor del evangelio quiso decir. Es aquí donde radica la importancia de la armonía de los evangelios. Ya que se puede tener un pasaje bíblico y se debe poner en su contexto de acuerdo con el pasaje que está antes y después de ese pasaje bíblico. Pero además se debe tener en cuenta la historia del capítulo del pasaje bíblico y más aún se debe tomar en cuenta la historia del libro donde viene ese texto del cual se quiere aprender. Por eso es necesario poner todos los evangelios en una armonía bíblica porque de esa manera se pone los evangelios en el contexto de la historia de Jesús como un todo y no como una historia individual. En las siguientes páginas no se pondrá un énfasis técnico en las palabras o en las teorías o en las interpretaciones para rebatir sobre alguna en particular, lo que se intenta hacer es poner solamente la historia de la vida y obra de Jesús relatada en los cuatro evangelios de una manera cronológica que esté al alcance de todos para poder tener una enseñanza que permita crecer espiritualmente. Esta armonía en particular quizás diferirá de alguna otra de la que se ha hecho antes, no se intenta decir que esta es la mejor o aquella es la mejor. Lo único que se intenta es poner al alcance de los lectores la vida de Jesús para ser leída y estudiada en un grupo de estudio o en forma individual. El hecho de que esta armonía difiere con otras es porque se ha buscado la cronología lógica, siguiendo el sentido común tanto como sea posible para colocar los pasajes en donde se encuentran en esta armonía para poder interpretar de una manera práctica las historias del ministerio de Jesús. Esta cronología se ha hecho con leer una y otra vez los evangelios hasta lograr la visión de la armonía de una manera simple y lógica. Pero esta cronología no se ha hecho indiscriminadamente o por antojo, sino basado en ciertas observaciones que se verán en este libro.