Pedro, amante de la naturaleza, decide romper con todo lo que le liga a la urbe y se instala en una casa de campo. Allí entabla una singular amistad con un zorro, quien poco a poco lo va introduciendo en la dura problemática de los animales del bosque, haciéndole entender de primera mano los estragos a los que son sometidos por los cazadores. Pedro decide hacer causa común con ellos, circunstancia que le lleva a tener problemas con las autoridades de la zona. En Los otros animales se presenta una sorprendente historia a través de un estilo sobrio, elegante y culto, pero sin llegar a la pedantería, que incluso en diferentes momentos de la trama, posee cierta ternura. Es destacable el gran valor que se le otorga a la naturaleza, y a los animales que viven en ella. En este sentido, puede decirse que la historia esconde cierto carácter educativo. Su lectura es amena y los acontecimientos se desarrollan de forma que mantiene al lector pegado a la trama hasta las últimas páginas del libro.