Desde su debut en México (Elvira Luz Cruz, pena máxima) y su primer largometraje en España (Ander eta Yul, con el que obtuvo el premio Goya a la mejor dirección novel), la cineasta navarra ana díez ha acumjulado poco a poco una filmografía coherente y personal, profundamente comprometida con la realidad. Un cine que va del documental a la ficción, casi siempre estrechamente ligados. Un cine alejado de todo dogmatismo, que se reinventa con cada nuevo proyecto. Una filmografía que merece ser revisitada, o descubierta por primera vez, y que aún tiene que dar muchos y gozosos frutos.