Tras lograr salir de la violenta pandilla Señores del Averno, Samuel intenta vivir una vida relativamente normal. En pleno corazón de Fortaleza Empedrada, atiende a los clientes del Café Inframundo y trata de pasar desapercibido. Sin embargo, la oscuridad lo busca en ocasiones y él cede ante los encargos de hackeo provenientes de desconocidos de dudosa reputación. Todo a cambio de un buen fajo de dinero, por supuesto. La paz de Samuel empieza a resquebrajarse cuando un misterioso hombrecillo le pide que investigue a Micaela, una atractiva periodista que parece ser un imán para los problemas. Los caminos de Samuel y Micaela se cruzan y, sin saberlo, se meten en una peligrosa conspiración que es más grande que ellos mismos. Además, Samuel, que incluso tras escapar de la pandilla siguió pensando que era como un demonio, se enfrenta a algo que nunca había experimentado: amor. Pero su trabajo le exige traicionar a la periodista y entregarle la información a su cliente.