Fruto de una educación romántica, poblada de ensueños y fantasías, en un ambiente en el que los protagonistas no se ven como realmente son, sino como querrían ser, Emma Bovary se enfrenta con la frustración de sus esperanzas e ilusiones. descubre la monotonía del matrimonio y se aburre en la vida monocorde de un pequeño pueblo de provincia francés. Esto la lleva paulatinamente a un desmoronomiento existencial y moral.