No cabe duda de que el inspector Lognon, o Cara de Vinagre, como le llaman sus compañeros, tiene mala suerte. Cuando cree tener entre manos un caso importante, se encuentra de pronto sin una sola prueba y perseguido por unos tipos malcarados que hablan en inglés y que no se andan con chiquitas. Pero ahí está el comisario Maigret para sacarle a Lognon las castañas del fuego. La verdad es que el asunto se las trae, pues una banda de gángsteres ha tomado las calles de París como campo de batalla. ¿De veras el caso le viene grande al comisario, como le aseguran los del FBI desde Washington?