En Margot Loyola. La escena infinita del folklore, Alberto Kurapel traza un original, personal y profundo planteamiento sobre la teatralidad en la interpretación del folklore que tiene como eje a Margot Loyola, señalando magistralmente el carácter distintivo de este aporte: (…) Era imprescindible analizar la visión, las vías, la disciplina, las creaciones escénicas, los entrenamientos, postulados gestuales, desarrollados durante más de sesenta años por Margot Loyola y preservarlos en un libro ya que estábamos ante un caso único que consciente, y la mayor parte de las veces, intuitiva y pragmáticamente, había logrado fusionar la interpretación folklórica con la expresión teatral, creando un paradigma mimético en la proyección del canto y la danza tradicionales en el que los significantes se transformaban –a través de un fenómeno artístico espectacular- en expresión estética que comportaba una ética sin parangón en la escuela folklórica chilena. A través de una erudita y sensible escritura vamos descubriendo relaciones lúcidas del trayecto de una intérprete de canto y danzas tradicionales, entretejido con la exploración de medio siglo de nuestra historia cultural nacional, en un análisis innovador y sutil del arte de la actuación aplicado a la proyección folklórica.