Con esta edición el Dr. Bravo incursiona en novelas policiacas, intentando hacer llegar a un fortuito lector cuán imprescindible resulta ser para quien imparte la ley en el caso de un delito o comportamiento opuesto al ordenamiento jurídico, la necesidad de una evidencia irrefutable e incontrovertible más allá de toda duda razonable a los efectos de su aplicación. El inspector Truzeau, en su primer caso trabajando para la Sureté de París y debutando como un detective novato, presenta evidencias contra un supuesto asesino, fueron desestimadas por el juez, considerándolas como un verdadero prodigio de la imaginación. La coartada del supuesto asesino fue convalidada, para su total absolución y la humillación del nobel inspector. Treinta y cinco años después, trabajando como inspector de Scoland Yard en Londres, confrontó al mismo supuesto asesino según su criterio en un hecho criminal por segunda vez, en esta ocasión no perdió el señor inspector la segunda oportunidad, y con evidencias irrebatibles e inapelables más allá de toda duda razonable, logró esta vez que el supuesto asesino pagara por los dos crímenes, para la total reivindicacion de su propio ego, y un sorprendente final.