Ni los pronósticos más oscuros de la Escuela de Fráncfort podían preconizar, cuando plantean el concepto de industria cultural, su nuevo estadio especulativo y financiero, por los efectos de una voraz espiral mercantil instalada en todos los sectores de la cultura, en exacta correspondencia con los demás ámbitos de nuestra realidad. El patrón neoliberal y consumista de la cultura ha ofertado como entretenimiento y ocio lo que buena parte de la historia fuera conocimiento humano y afán de superación o reclamo de un ethosNi los pronósticos más oscuros de la Escuela de Fráncfort podían preconizar, cuando plantean el concepto de industria cultural, su nuevo estadio especulativo y financiero, por los efectos de una voraz espiral mercantil instalada en todos los sectores de la cultura, en exacta correspondencia con los demás ámbitos de nuestra realidad. El patrón neoliberal y consumista de la cultura ha ofertado como entretenimiento y ocio lo que buena parte de la historia fuera conocimiento humano y afán de superación o reclamo de un ethos entre el ser humano y su sociedad. Un amplio repaso a los más diversos sectores de la cultura actual a través de sus profesionales convocados para la ocasión diseccionan un amplio espectro de lo que está ocurriendo en este nuevo siglo. Un documento de análisis del estado de la cuestión de la cultura desde cuantos prismas la componen para situarse en un presente (las mayoría de las veces cruelmente) acelerado por la lógica bursátil de los mercados.