Los volcanes constituyen poderosos atractivos de la naturaleza y siempre han impresionado al hombre, pues producen a la vez admiracion y temor por su grandeza y los desastres que ocasionan. Una vez que han concluido sus manifestaciones de actividad, pueden dejarnos como recuerdo, bellas formaciones lacustres, manantiales, geyseres... cascadas y hermosos paisajes de montana,pelnos de verdor o de inmaculada blancura. (Luz Esperanza Yarza, Los volcanes de Mexico pag. 3). La conducta de los seres humanos, individualmente o en grupos, algunas veces se asemeja a la actividad destructora y al paciguamiento posterior de los volcanes.