Sobre la base de una rica experiencia en la realización de prácticas yóguicas con niños, la autora tuvo la feliz idea de compartir sus hallazgos, en esta obra fresca, sincera, amena y, por sobre todo, instructiva. Cada página encierra una respuesta tendiente a que los niños y también los padres y docentes, enriquezcan sus vidas con una serie de ejercicios que equilibran las funciones del cuerpo y ayudan a encauzar debidamente las emociones en una época de extremada prisa y nerviosidad.