La concepción tradicional de seguridad fronteriza fue transformada por la caída del muro de Berlín y el final de la Guerra Fría, pero sobre todo por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y el influjo creciente del narcotráfico. Este cambio se materializa, por ejemplo, en leyes migratorias que promueven la discriminación y exclusión de inmigrantes según su perfil étnico o racial, en el caso de Estados Unidos y Europa y en intentos por proteger las fronteras de los grupos armados ilegales, las banda criminales narcotraficantes y las fuerzas militares del Estado vecino, en el caso de Ecuador, Colombia y Venezuela.