Marruecos es uno de los países con mayor tasa migratoria del mundo. Se estima que unos 3 millones de marroquíes viven en el extranjero. Desde los primeros movimientos internos del campo a la ciudad en la década de los 50, el cine marroquí de la post-independencia ha sido testigo y acompañante de los grandes hitos de los siglos XX y XXI: las migraciones económicas, la búsqueda de un espacio de libertad personal, el fenómeno de la patera, la vida en el extranjero o la vuelta a casa.