En los últimos tiempos se ha venido afianzado una lectura de la obra de Foucault que desestima las primeras aproximaciones epistemológicas o meramente sociologizantes, muy afines al propio contexto genético en el que surge, para resaltar y hasta ensalzar su dimensión estrictamente ontológica, por la cual se vuelve trabajo d e filósofo, en el más justo sentido del término. A tal tendencia se suman ahora estas