Con sus imponentes cuerpos controlan los cielos, dominan la tierra y acaparan las vastas extensiones marinas. Los monstruos son los dueños y señores del mundo y los humanos viven en lugares apartados de sus territorios. En ese mundo hostil, algunas personas decidieron plantar cara a esos gigantescos tiranos enfundándose en acero forjado gracias al intelecto humano o armándose con las garras, los colmillos y las escamas de esos monstruos.