Uno de los mayores problemas en el terreno de la comunicación es determinar qué define específicamente a un medio, puesto que, más allá de sus características intrínsecas en cuanto a la propia expresión, el entorno histórico y cultural ha condicionado tanto sus formas como sus contenidos. El medio llamado cómic o historieta no ha sido una excepción a ese comportamiento: desde su distintivo lenguaje, consistente en la articulación de secuencias de imágenes fijas dispuestas sobre una superficie plana, los usos del mismo se han decantado según momentos y lugares por ciertos modos y temáticas. En todo caso, desde sus inicios, la historieta ha manifestado una vocación eminentemente narrativa que ha evolucionado desde las pequeñas anécdotas que le han valido su denominación en castellano hasta relatos de gran complejidad como los que se deben al guionista inglés Alan Moore. Obras como la suya, junto con las de otros autores, demuestran, por si aún pudiera caber duda en el ámbito académico, que el cómic se encuentra como miembro de pleno derecho entre los medios que constituyen el conjunto de la Narrativa Audiovisual. El presente libro pone a disposición de quienes se han interesado por él un trabajo de investigación inédito sobre este fenómeno de la Narrativa Gráfica, a partir de los presupuestos teóricos de la Narratología clásica de corte estructuralista y apoyado en gran medida en la obra del mencionado guionista. Su propósito es poner de manifiesto cómo se construye la historieta en cuanto texto narrativo y de qué manera se verifican en ella los distintos aspectos constitutivos del relato desde la mencionada perspectiva narratológica.