La condición de persona expresa sublimidad en el ser y en el obrar. En este sentido, para una adecuada comprensión del hombre y de aquellas dimensiones que le constituyen como persona, es de vital importancia estudiar su naturaleza y su ser. Ahora bien, el principio del ser y las operaciones del hombre es el alma, tema que aquí se estudia a la luz de los principios aristotélico-tomistas. Santo Tomás eleva los principios aristotélicos y los prosigue con su descubrimiento del acto de ser, lo cual da una especial hondura a la consideración del alma humana.