Entendiendo la cognición como un encuentro en el que un mundo de significados emerge a partir de la actividad coherente del ser vivo en relación a su entorno, nos vemos en la necesidad de concebir la cognición desde la perspectiva indisoluble de la historia corporal, desde donde el coorigen dependiente de la mente y el mundo, el sujeto y el objeto, define que estos se especifican mutuamente. El autor propone una mirada de la Educación Corporal tendiente a determinar los principios comunes o las vinculaciones entre el sistema sensorial y el motor que explican cómo la acción puede ser perceptualmente guiada en un mundo dependiente del que percibe.