"Era, en efecto, el automóvil de Maruja. Había transcurrido por lo menos media hora desde el secuestro, y sólo quedaban los rastros: el cristal del lado del chofer destruido por un balazo, la mancha de sangre y el granizo de vidrio en el asiento, y la sombra húmeda en el asfalto, de donde acababan de llevarse al chofer todavía con vida. El resto estaba limpio y en orden".
"Excelente relato de una época difícil de Colombia porque afectó al país y a varias familias ajenas al narcotráfico."
Jaime Alberto TobÓn Osorio Domingo 07 de Junio, 2020"Una nueva forma de dar una noticia"
Benjamin Agudelo Jueves 25 de Abril, 2024"Lo estoy leyendo, me tiene completamente atrapado"