La vida de estos chicos, ni niños ni hombres, transcurre en un barrio que tiene una vía de tren por la que los convoyes pasan casi siempre atrasados y de largo. En este lugar que losEncuadernación: Rústica con solapas ampara y los aprisiona, aman, beben, discuten, crecen, viven y mueren, convencidos de que a todos los barrios los atraviesa una línea de ferrocarril.