Después de haber merodeado en el Monologion por diversos caminos que confluyen y que pueden persuadir sobre la existencia de Dios, Anselmo busca con afán una sola senda, el único argumento autosuficiente que expresa en el Proslogion y que ha constituido una divisio acquarum en la historia de la Filosofía posterior. Busca la certeza que le procura una razón insobornable acerca de una existencia en la que su corazón ya cree y que ama mediante la fe. Su fe, pues, va en pos de la intelección de sus propios contenidos. Estamos ciertamente lejos del mundo anselmiano del siglo XI, aun de aquel que en la Edad Media bullía más allá de los claustros monásticos. Sin embargo, muchos ajetreados hombres y mujeres hoy comparten la crucial pregunta del monje de Aosta: Si hay Dios, ¿quién es? Es en este sentido profundo que estamos cerca de él. Por eso, y por la calidad del trabajo que en este volumen se presenta, la colección Lejos y cerca se honra al albergarlo. Fruto de largos años de reflexión sobre las obras que aquí examina, el trabajo de Corti hace gala de una penetración en los textos que su traducción también refleja. Sólo resta, pues, instar al lector “a apartarse de sus tumultuosos pensamientos; a hacer a un lado los pesados cuidados, los laboriosos afanes que lo solicitan, y a entrar, por fin, en el recinto de su alma” para seguir a Anselmo en su oír, entender y argumentar, de la mano de Enrique Corti.