Desde hace cuatro siglos el mundo se conmueve viendo en un escenario cómo las pasiones humanas, la alegría, el llanto, la vida y la muerte se expresan a través del canto. Es su lenguaje y ahí está su esencia. Cualquier ataque a la ópera como género artístico carece de fundamento. Por eso el amor hacia la ópera no es producto ni de supersticiosa religiosidad ni de psicosis maníaca. Se llega a ella a través de la inteligencia y la sensibilidad, antes de subirse al canto y echar a volar la fantasía
"Muy buen libro para los que quieran adentrarse al mundo de la opera y conocer desde sus inicios este genero musical y teatral"