La sociedad parecida de la época emerge con todo esplendor en esta novela, en al que Balzac aborda el mito de la paternidad. Los personajes se ven movidos por los trágico hilo del interés económico, la codicia y el egoísmo, enfrentando todo ello al amor y a la búsqueda de la felicidad. La lucha por la vida es reflejada con maestría por Balazac, buen conocedor del espíritu humano.