Las revoluciones tecnológicas contribuyen a la deconstrucción de las sociedades del siglo XXI. En los escenarios contemporáneos se favorece la inestabilidad mediante la incertidumbre de lo difundido por los medios responsables de comunicarnos o incomunicarnos. Habrá que revisar de manera incesante las legislaciones que pretenden regularlos, pero es necesario advertir que será una tarea de inmensa complejidad por las posibilidades de enmascaramiento ofrecidas por las redes sociales. Surge en esta obra un texto dedicado a la cinematografía de tiempos ya distantes, pero que no dejan de significar nostalgia.